Ley de la Segunda Oportunidad

La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo que te puede ayudar si estás pasando por una mala situación económica, tanto si eres autónomo como particular. El objetivo de esta ley es que si tus deudas te han sobrepasado y has demostrado que solías ser un pagador puntual, puedas librarte de parte de ellas o renegociarlas. La Ley de Segunda Oportunidad viene en el Real Decreto Ley 1/2015.

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¿Qué es la Ley de la Segunda Oportunidad?

La Ley de Segunda Oportunidad en Valencia puede ayudarte en una mala situación económica.

La Ley de Segunda Oportunidad es una ley que sirve como vía de alivio de las deudas a las que no puedes hacer frente. También, en lo referente a salvar el cobro de los acreedores, tenemos la Ley Concursal. Estas leyes son mecanismos de oportunidad y, como tales, podríamos decir que vienen inspiradas por principios éticos, ya que, aunque siguen garantizando la efectividad del cobro, tienen también una función social. Por tanto, el objetivo de la ley, como has visto, es doble.

En el marco legal que nos aporta la Ley de Segunda Oportunidad, se incluye el objetivo de encarrilar de nuevo la vida de un deudor. También, se prevé que incluso, en el mejor de los casos, puedas volver a tomar riesgos enfrentándote a iniciativas novedosas que surjan en tu vida. Si tenemos en cuenta todos estos factores, podemos llegar a comprender por qué recibe el nombre de segunda oportunidad, puesto que abarca todo tipo de aspectos para facilitar que la persona física comience una nueva vida.

No importa si eres particular o autónomo, la ley acoge la posibilidad de que puedas renegociar tu deuda en ambos casos. Te quitarás de encima el peso de no poder satisfacer nunca una deuda. Cuando se te da una segunda oportunidad, en muchos casos ocurre que incluso se reactivan los circuitos naturales del funcionamiento de la economía. Si no existe dicha segunda oportunidad, además de no favorecer a ninguno de los ámbitos del deudor, ni personales ni empresariales, no se nos incentiva a tener nuevas iniciativas.

Por otro lado, la Ley de Segunda Oportunidad es una normativa que también favorece al acreedor. No importa que sea público o privado. Si un deudor no puede pagar una deuda, no habrá manera de que el acreedor reciba la cantidad de dinero que le pertenece. Sin embargo, si se renegocian las condiciones, se extiende el tiempo de pago o se llega a un trato, ambos saldrán favorecidos. El deudor se beneficiará porque se quita un peso de encima, y el acreedor porque recibirá su dinero.

La normativa es disuasoria de los mecanismos de economía sumergida. Esta es otra faceta de su amplia función social, y no únicamente la de ayudar al deudor. Por tanto, esta ley favorece, en definitiva, una cultura empresarial. La normativa ayuda a que la economía se mantenga activa, y eso repercute en la creación de empleo. Más adelante te mostraremos los requisitos principales para acogerte a esta norma. Por lo pronto, es importante saber que podrás exonerarte del principio de responsabilidad patrimonial universal, el cual se recoge en nuestro Código Civil, en el artículo 1911.

Ahora que tantas personas están sufriendo por sus hipotecas debido al IRPH (Índice de Referencia de Préstamos Hipotecarios), la Ley de Segunda Oportunidad es una vía con la que muchos deudores están viendo la luz al no poder pagar este tipo de préstamos, en parte por lo elevado que son esos índices en muchas ocasiones, y en parte porque la situación económica de muchas personas está cambiando.

Tan solo cabe añadir que, aunque esta ley te da cierta amplitud y capacidad de negociación para cumplir con tus obligaciones, finalmente la deuda seguirá estando ahí. Esto significa que para satisfacerla tendrás que responder, tal y como se especifica en el Código Civil, con todos tus bienes. Cuando la normativa habla de todos tus bienes, se refiere tanto a los presentes como a los futuros.

Por último, hay que mencionar que como persona física ya contabas con el mecanismo del concurso de acreedores. Sin embargo, esta ley se adapta más a la situación de cada particular o autónomo, lo que la hace más idónea a la hora de enfrentarnos a una crisis. Lo único, recuerda que es importante tener unos buenos antecedentes crediticios.

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    ¿Cuánto tarda la Ley de Segunda Oportunidad?

    La Ley de Segunda Oportunidad tiene ciertos plazos que debes respetar si quieres acogerte a sus oportunidades. Si no se cumplen, puede que se considere que no estás capacitado para acogerte. Si has pensado en intentar utilizar el mecanismo que aporta esta ley, lo primero es pagar únicamente tus gastos más básicos. Además, antes de acogerte a ella deberás contratar expertos para renegociar las deudas de tu hipoteca.

    La negociación de las condiciones de tu hipoteca, de acuerdo con la ley, no podrá durar más de dos meses. De este modo, los acreedores no llegan a desesperarse y están más abiertos a la negociación de las deudas, dado que la base de la negociación es que en algún momento van a acabar recibiendo su dinero. Cuando se determine que es imposible que lleguéis a un acuerdo previo a acudir a la vía judicial, es el momento de acogerte a la ley, ya que este es un requisito fundamental de la Ley de Segunda Oportunidad.

    A partir de este momento, debes saber que el reconocimiento de tu estado de insolvencia puede tardar entre tres y seis meses, al igual que la firmeza del concurso de acreedores. El margen de plazos se debe a que cada juzgado tiene un volumen diferente de trabajo, el cual incidirá directamente en el tiempo que se tarde.

    Una vez que has podido obtener el Beneficio de la Exoneración del Pasivo Insatisfecho o BEPI, es decir, el auto de exoneración, tendrás una cancelación provisional de tus deudas. Esta cancelación te da también un margen para poder presentar ante el juzgado una demanda por las cantidades abusivas del IRPH.

    La cancelación provisional de tus deudas durará como máximo cinco años. Además, ten en cuenta que el acreedor o los acreedores podrán, a lo largo de esos años, impugnar el auto de la cancelación. Esta les será concedida si has recibido algún otro tipo de ingreso que no se pudiera prever, como recibir una herencia o ganar la lotería. Cuando llegue el quinto año, si sigues sin poder pagar tus deudas, su cancelación será irreversible y tendrá carácter definitivo.

    Otro plazo para tener en cuenta es que la solicitud del beneficio de exoneración de pagos puede tardar en resolverse en el juzgado hasta un año, más o menos. No obstante, al igual que te hemos dicho anteriormente, cuanto más fácil sean los elementos que componen tus deudas y tu patrimonio, menos tardará el proceso. Si bien, este también depende del volumen del trabajo del juzgado. En el caso de una hipoteca que se vinculara al IRPH, sí que se suele tardar un año, ya que, aunque hay jurisprudencia europea al respecto, los jueces estudian cada caso concreto y sus circunstancias.

    ¿Cómo acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad?

    Lo primero que tienes que hacer si te quieres acoger a la Ley de Segunda Oportunidad en Valencia es contar con la ayuda de un profesional. Lo mejor que puedes hacer para renegociar las condiciones de tu hipoteca con los acreedores, sobre todo ahora que con la sentencia del IRPH muchas de las condiciones que se acordaron se están considerando abusivas, es contratar a un experto en Derecho C1oncursal. Tu abogado sabrá cómo elaborar un nuevo plan de pagos para tu hipoteca y cómo negociar la nueva estructuración de tus deudas, teniendo como base los abusos que se produjeron con el IRPH.

    Sin embargo, hay un factor que no puedes olvidar. Incluso aunque estés viviendo una situación injusta, por ejemplo, a causa del IR​PH, se mantendrán todas las deudas que tengas con la Seguridad Social y con Hacienda. También, se mantendrá tu obligación de abonar una pensión alimenticia a tus hijos en caso de que fueras condenado a ello por sentencia judicial. Por otro lado, cabe aclarar que la situación injusta a causa del IRPH que están viviendo muchas personas se debe a que la hipoteca se vinculó a índices poco comunes y, sobre todo, poco comprensibles para el particular, lo que colocaba a los bancos en una situación de superioridad.

    Por otro lado, para poder acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad, debes saber también que si cumples adecuadamente con el plan de pagos, no se te aplicará el principio de responsabilidad patrimonial universal del Código Civil, aunque pierdas tu patrimonio. Además, podrás acabar restableciendo finalmente tu situación económica inicial. Recuerda que no deben pasar más de dos meses de negociación para llegar a un acuerdo fuera de la vía judicial, y a contar hasta la aprobación de dicho acuerdo.

    Lo cierto es que la situación habitual es que el acreedor no acepte ningún tipo de acuerdo, por lo que normalmente se acaba abriendo un concurso consecutivo. Recordemos que dicha negociación extrajudicial es necesaria para acogerte a la ley. Cuando se abre el concurso consecutivo, es el momento en el que te puedes hacerlo, solicitando ante el juzgado el ya mencionado beneficio de exoneración de pagos.

    Requisitos para la Ley de la Segunda Oportunidad

    La Ley de Segunda Oportunidad puede ser una gran ayuda para muchas personas que no pueden pagar su hipoteca, especialmente quienes se vincularon al IRPH. No obstante, ya hemos mencionado que es necesario que tengas un buen historial crediticio. Es decir, esta ley no es una manera de escapar de los acreedores para los deudores que sean simplemente irresponsables. Por ello, hay ciertos requisitos que debes cumplir.

    Lo primero que debes tener en cuenta es que la ley examinará tanto tu pasado como deudor, dado que se comprobará tu historial de crédito, como tu futuro. En este último sentido, se habla de futuro porque si eres un deudor insolvente, se requiere cierto compromiso por tu parte. La Ley de Segunda Oportunidad se extiende a lo largo de cinco años. Si bien, ten en cuenta que no puedes volver a pedir el beneficio de exoneración de deudas durante los diez años siguientes.

    En definitiva, la ley no pretende quitar la legitimidad de los acreedores de recibir los cobros que le corresponden. Más bien, sin desamparar a dichos acreedores, es una vía de escape si eres un buen pagador y una persona responsable que, simplemente, está pasando una mala racha económica. Por ello, los requisitos que te vamos a mostrar se han instaurado en la ley con un trasfondo de justicia social y basándose siempre en unos criterios éticos.

    ¿Tiene alguna duda? Consulte a nuestro mejor abogado experto en Segunda Oportunidad en Valencia.

    Preguntas y dudas sobre Ley de la Segunda Oportunidad

    La buena fe

    Como te hemos dicho, la Ley de Segunda Oportunidad se basa en un cierto equilibrio de justicia social, por lo que no está hecha para los deudores deshonestos que actúan de mala fe, sino para proteger a los buenos pagadores. Por eso, al hablar del primer requisito, es importante destacar la necesaria buena fe del deudor, especialmente a la hora de negociar el mencionado acuerdo extrajudicial. Aunque creas que al ser vinculado al IRPH el acreedor no actuó de buena fe, esto no deja de ser un criterio propio y no es razón para justificar una actuación de mala fe por tu parte.

    La buena fe también se comprueba según tu historial crediticio. Por ejemplo, si hasta ahora has pagado bien tu hipoteca, pero estas pasando por un mal momento económico, queda demostrada la buena fe. Por otro lado, se considerará que no tienes buena fe si en los últimos cuatro años has rechazado un empleo. Además, la buena fe también se basará en que no hayas acudido en los últimos diez años al beneficio de exoneración de deudas, como ya te hemos dicho.

    Créditos de los que no te puedes exonerar

    Hay ciertos créditos que debes pagar. Además de ser un requisito de la ley, demuestra, de nuevo, tu buena fe. Estos créditos son los privilegiados, el 25 %, como mínimo, de los ordinarios, y los que son contra la masa. Este requisito no es el que tiene más fuerza dentro de la ley, ya que se entenderá cumplido, si lo intentaste pagar sin éxito. Para que se admita que no cumples este requisito, deberás no haberte acogido a las ventajas de la exoneración de deudas en los últimos diez años y acogerte a un plan de pagos.

    Por otro lado, es importante recordar que se mantendrán tus deudas con Hacienda y con la Seguridad Social. La Ley de Segunda Oportunidad no permite que te exoneres de estas deudas públicas. Tampoco podrás librarte de las que sean impuestas por el juez. Una de las más importantes y que se considera principal e inexcusable es la de la pensión alimenticia de tus hijos.

    Límite dinerario

    La Ley de Segunda Oportunidad establece un límite que no puedes superar para acogerte a ella. Si quieres beneficiarte de esta normativa, no podrás deber a tus acreedores una cantidad superior a cinco millones de euros.

    No puedes tener antecedentes de algunos tipos de delitos

    Para acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad no podrás haber cometido los delitos que se regulan en el Código Penal, en los artículos 234 y siguientes. Todos ellos engloban delitos de contenido social y económico, tal y como te vamos a mostrar. Estos antecedentes computarán en los últimos diez años. En primer lugar, no podrás tener antecedentes de hurtos, usurpaciones, robos, extorsiones, ni robo o hurtos de vehículos. Es decir, no podrás haber cometido delitos contra el patrimonio ni socioeconómicos.

    De este modo, al hablarse de este tipo de delitos, deberemos incluir las insolvencias punibles, las defraudaciones, las alteraciones de precio en subastas públicas o en concursos, las frustraciones de ejecuciones o todos aquellos delitos relacionados con los consumidores y con el mercado. Tampoco admitirá esta ley que tengas antecedentes con delitos relacionados con los consumidores, societarios, de corrupción o de propiedad intelectual e industrial, ni los de falsedad documental, ya sea pública o privada, y con tarjetas de débito, crédito o cheques.

    No podrás acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad tampoco si has cometido delitos que vayan en detrimento de los derechos de los trabajadores. Estos delitos consisten en conductas graves contra los derechos de Seguridad Social o laborales, así como en materia de tráfico ilegal de trabajadores o de extranjería. No se admitirán, a su vez, antecedentes que hayan supuesto la supresión o que hayan perjudicado derechos laborales que fueran en contra de la prevención de riesgos laborales o si hubieras abusado de la situación de necesidad de un trabajador.

    No podrás haber estado incurso en un proceso de concurso culpable

    Si has contribuido con dolo o culpa grave a tu situación de insolvencia, no podrás acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad. También se considerará que has estado incurso en un proceso de concurso culpable si has cometido graves inexactitudes al presentar los documentos del concurso o no has cumplido tus obligaciones contables. Asimismo, se te presumirá culpable si no solicitas el concurso en los casos en los que debes, o si no colaboras con la administración concursal o con el juez, al igual que en aquellos casos en los que obstaculices un embargo o si te condenan por alzamiento de bienes.

    Ley de la Segunda Oportunidad en el BOE

    La Ley de Segunda Oportunidad salió a la luz el día 27 de febrero de 2015 en el BOE, sirviendo como mecanismo de ayuda a muchas personas responsables que estaban pasando por una mala tesitura económica. En la actualidad, continúa siendo un importante alivio para un gran número de personas, especialmente para aquellas que, siendo buenas pagadoras, se han visto incapacitadas para hacer frente a sus deudas hipotecarias a causa del IRPH.

    Aunque la justicia te dé la razón si vinculaste tu hipoteca al IRPH y puedas vincularla a otro índice, es decir, al Euríbor, es posible que a lo largo de estos años la mala racha económica mezclada con el pago de estas cantidades abusivas te hayan incapacitado para hacer frente al pago de tus deudas. Si cumples el resto de los requisitos que te hemos mencionado, no tendrás problema para poder acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad y comenzar de nuevo, con ilusión y nuevas iniciativas.

    En el BOE, la Ley de Segunda Oportunidad hace referencia a la Ley Concursal, ya que están íntimamente relacionadas. Por ejemplo, en el acuerdo extrajudicial de pagos. También, se relaciona al IRPF, al código de buenas prácticas, puesto que antes te mencionábamos la buena fe, y a la moratoria en lanzamientos, es decir, aplazamientos. Por otro lado, la ley se relaciona con el Impuesto de Sociedades y con las tasas judiciales, dado que muchas personas no pueden pagarlas.

    Serán importantes también, tal y como destaca el BOE, las mesas de negociación, los mediadores concursales y tener en cuenta al empleo indefinido y a los trabajadores autónomos. Se especificarán las medidas necesarias para el medidor de solvencia y, por último, se publicarán artículos prácticos para el ejercicio del notario y del registrador.

    Ley de la Segundad Oportunidad para particulares

    En el caso de la Ley de Segunda Oportunidad para los particulares, lo más importante que hay que tener en cuenta es lo que ocurre en el caso de las hipotecas. Este asunto ha cobrado especial relevancia desde la sentencia europea del IRPH. En la ley se especifica que esta normativa no se aplicará a las deudas que se garantizaran con hipoteca. No obstante, de ese simple inciso no podemos deducir que la Ley de Segunda Oportunidad no pueda ser aplicada a tu hipoteca. Habrá que estudiarse el caso.

    Muchos particulares que no pueden hacer frente a sus hipotecas, en no pocas ocasiones a causa del IRPH, se preguntan si pueden acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad. Lo cierto es que esta ley sí se podrá aplicar a lo que te quede por pagar en tu préstamo una vez que has pasado por el procedimiento de ejecución hipotecaria. Es decir, si tu casa se subasta y aun así no puedes saldar la deuda con tu banco, podrás acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad.

    La Ley de Segunda Oportunidad hace que tu deuda, en estos casos llegue a su fin, ya que podrás cancelar el 100 %. No obstante, aunque esta ley puede ser un buen mecanismo si has perdido tu casa, pero sigues teniendo deudas, en el caso de que hayas sufrido las consecuencias del IRPH te recomendamos una vía previa a esta ley. Si no has perdido tu casa, pero no puedes pagar la hipoteca, reclama judicialmente con un buen abogado antes de acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad. Tras la sentencia europea del IRPH, muchos particulares se están acogiendo a otros índices de referencia no abusivos que podrían ayudarte a aliviar tu deuda.

    Si aun así, y siendo buen pagador, no puedes acogerte a esta vía porque tu mala situación económica sigue impidiéndote saldar tu deuda, la Ley de Segunda Oportunidad es una buena opción para ti. Se trata de una excelente vía para hacerles frente, especialmente si a causa de deudas diferentes a tu hipoteca quieres evitar perder tu hogar, como le ha ocurrido a muchas familias españolas antes de que se aprobara la normativa.

    Como particular, debes acogerte a los requisitos y plazos que hasta ahora te hemos especificado. Sin embargo, para el caso de la vivienda, la interpretación de esta normativa depende en gran medida de los tribunales. Hay algunas sentencias que han permitido que las familias no pierdan su hogar y puedan acogerse a la Ley de Segunda Oportunidad si estaban hasta ahora al corriente de pago, pero no siempre es así.

    Ley Segunda Oportunidad para autónomos

    A diferencia de los particulares, para los autónomos, la Ley de Segunda Oportunidad incluye una bonificación. Deberás estar dado de alta en el Régimen Especial de Trabajadores por Cuenta Propia y Autónomo (RETA). La ley establece que se te bonificará la deuda al 100 % durante los siguientes doce meses, en la parte de contingencias comunes. Los supuestos que se incluyen son los de tener a tu cargo y cuidado a familiares en situación de dependencia o cuidar a un menor de siete años. La situación de dependencia deberá estar acreditada correctamente. Además, en el caso de familiares a cargo, deberán ser de hasta segundo grado de consanguinidad o afinidad.

    Además de estar dado de alta en el RETA, otro requisito que la Ley de Segunda Oportunidad impone para los autónomos es la de contratar a un trabajador. El mínimo del contrato deberá ser de tres meses. Además, el contrato podrá ser tanto a tiempo completo como parcial. Por otro lado, si eres autónomo, en el último año no podrás haber tenido a otros trabajadores asalariados. Por último, cabe hacer un inciso en relación con la compatibilidad. Las medidas de la Ley de Segunda Oportunidad serán compatibles con otros incentivos para autónomos.

    ¿Cuánto cuesta acogerse la Ley de Segunda Oportunidad?

    Una vez que sabes los requisitos para acogerte a esta normativa, tanto si eres particular como si eres autónomo, y que has decidido comenzar todo el proceso, puede que te estés preguntando cuánto cuesta acogerte a ella. Lo primero que debes saber es que el precio puede variar, ya que no hay uno que sea único para estos procesos. La media está en 3000 €, aproximadamente, pero varía desde los 2500 € hasta los 4000 €. Hay muchos factores influyentes que hacen que el precio varíe.

    El pago a los profesionales

    Como es lógico, todo trabajo requiere su recompensa. Por ello, en el coste de estos procesos se incluye la minuta de todos los profesionales que te ayudan. En este punto, el precio de acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad también varía. El precio del notario y del mediador concursal en su conjunto es lo que suele oscilar por los 2500 €, pero en realidad, depende de lo que cobre cada profesional. A los gastos se deberán incluir los del registrador de la propiedad, así como los de los abogados y procuradores.

    La cantidad que debas

    Sobre el precio para acogerte a esta ley también incidirá el importe de la deuda. La cantidad que le debas a tus acreedores tendrá relación con el precio final.

    Tu nivel de ingresos

    El nivel de ingresos que tengas puede afectar al precio del proceso. Es decir, lo habitual es que tu nivel de ingresos, si has decidido acudir a esta vía, no sea muy alto. Si recibes un alto nivel de ingresos, la ley entenderá que puedes pagar tus deudas.

    Avales y régimen matrimonial

    El procedimiento para acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad puede complicarse si estás casado en gananciales o si tienes avalistas. La razón principal por la que se complica es porque al estar implicadas más personas se deben abrir más procesos, en lugar de iniciar tan solo uno. El precio del segundo proceso suele bajar con respecto al primero, ya que están vinculados.

    El titular de tu vivienda

    En los casos de las viviendas, al acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad, es posible que el precio sea menor, si esta no está a tu nombre.

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    Acogerte en sí a la Ley de Segunda Oportunidad no cuesta dinero. No obstante, el precio que tengas que pagar para beneficiarte de ella puede variar a causa de muchos factores, como tu vivienda, las características de la negociación o la minuta de los profesionales. Sin embargo, hay un factor que no debes olvidar, que es que cuando se abre un procedimiento judicial en el que se te da la razón, como está ocurriendo con todos aquellos casos en los que una hipoteca se acogió al IRPH, es la otra parte la que acaba siendo condenada en costas.

    Este factor no se da siempre con un 100 % de seguridad, ya que depende de cada juzgado, pero es muy probable que la otra parte acabe cubriendo el precio, sobre todo con la ayuda de tu abogado, que es el que se encarga de negociarlo. Si juntas este elemento a tu favor con el hecho de que tus deudas se pueden suspender durante cinco años, que es cuando se produce la cancelación definitiva, al final, acogerte a la Ley de Segunda Oportunidad para renegociar tu hipoteca podría salirte prácticamente gratis, si bien hay que invertir un poco de entrada. Los casos de hipotecas, sobre todo ahora que ha salido la sentencia del IRPH son complicados, y necesitas contar con buenos abogados expertos en derecho concursal.

    La Ley de la Segunda Oportunidad es un mecanismo que le abre a muchas personas una puerta para renegociar sus deudas. Esta vía puede ayudarte a hacer frente a tus deudas mediante su suspensión, aplazamiento o exoneración. Si cuentas con un buen abogado en Derecho Concursal, es una gran oportunidad para quitarte ese peso de encima que no te deja descansar, volver a tomar iniciativas y reactivar la economía, siempre conservando tu vivienda habitual. Antes de la sentencia del IRPH, muchas familias estaban perdiendo su techo, pero ahora puedes evitar esto, también gracias a la Ley de Segunda Oportunidad. Si cumples los requisitos que te hemos mencionado, sin duda, está hecha para ti.

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